Tomar decisiones es difícil, sobre todo cuando sabes que te
cambiará la vida.
A veces pienso que
estoy enfermo, que no pienso las cosas de una manera coherente.
Que me dejo llevar por celos, sacados de un libro del siglo XIX.
Luego te despiertas
acompañado de una musa traída desde la Mancha y todo cambia.
Sonrío al pensar cuando de pequeño mareaba a mi mamá, con mis cambios de opinión
a última hora, quizás en eso no cambié demasiado, quizás sigo haciéndome más pequeño.
Sonrío cuando me imagino corriendo por la orilla… sintiendo
en mis pies como el mar me llena de
vida. Sonrío cuando te miro y no me ves, entre sabanas de arcilla.
Pero en ese instante te despiertas… con 8 horas más en tus
piernas y un millón de sueños tirados en
la mesilla.
A veces la indecisión es simplemente un mecanismo de la mente para decirnos: "Hey! Tómate tiempo para pensar! La ocasión lo merece".
ResponderEliminarMe gusta lo de hacerse más pequeño. Tendríamos que tener botón para rebobinar.