La noche se desvanece como
el hielo en una copa de verano.
No siempre se puede sacrificar
la raíz de un sentimiento.
Es mejor dejarlo parado,
sin agua, opaco a la realidad
más extravagante.
No golpees la puerta,
déjala cerrada, sin luz.
Así seremos lo que tenemos
que ser, amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario