lunes, 22 de diciembre de 2008

- El diablo en el cuerpo -


“No hay árbol bueno que pueda dar fruto malo, ni árbol malo que pueda dar fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto.”

Lucas 6: 43

 

00: 32 , salgo de mi casa con un nerviosismo fuera de lo común , escucho música clásica en mi ipod para relajarme, pero el  ruido de la calle no me deja concentrarme.

Llego a mi trabajo con el cuerpo pesado, como si estuviera cargando una bolsa de piedras en mi interior. Preparo la primera canción, es oscura como la sala,  la cual solo esta iluminada por una luz azul en forma circular. Las canciones van  pasando como si todas fuesen la misma, sin ningún sentido sin ninguna claridad.

Terminan esos 30 minutos de sombra, con un sudor frió en mi frente, un cigarrillo en la boca y la copa en  la mano. Intento refrescar mi cuerpo que arde como si estuviera en el mismo infierno. Pasan las dos primeras horas con la misma sensación que al principio pero con mas nicotina y alcohol que me hacen encontrarme peor. Llega la hora critica, 2:52. La veo y mi cuerpo empieza a calentarse mas, como si fuera una olla de agua hirviendo,  mi corazón se revoluciona como un coche de formula uno, mis miradas son inseguras y mi actitud  cambia cada segundo que va pasando. La situación se hace insoportable, no quiero estar en ese lugar quiero volar, en ese mismo instante grito Stop ¡¡¡¡¡¡  tan fuerte que suena por encima del sonido de guitarra de la canción . En ese instante se para el mundo, el tiempo no pasa, la gente esta inmóvil y la canción no suena, en ese momento sale algo de mi, algo grande que no me dejaba respirar que no me dejaba vivir, sale sin ser visto y se mezcla con el humo de los cigarrillos .  En ese momento me siento mas ligero y lo rostros que veo son familiares, es gente sonriendo  bailando y besándose, una mezcla explosiva que me hace ser libre y empezar a volar, mis pies ya no tocan el suelo y me dejo llevar por la paz que siento ahora.

 

Viajo por el cielo de Madrid camino a mi pequeña buhardilla, esperando que nunca mas tenga el diablo en el cuerpo.

 

Despierto en mi cama pensando en mi próximo viaje , Cádiz.

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